jueves, 19 de diciembre de 2013

SAN RAFAEL ARCÁNGEL


DEVOCIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL
ESCRIBE EGLY COLINA MARÍN


El nombre de  RAFAEL proviene del hebreo: Rafa-El, que significa “el Dios El, ha sanado” o “¡sana, El!” o ‘medicina de El’ (refiriéndose al dios de ugarítico El). Actualmente la palabra hebrea equivalente a médico es rofe, conectado con la misma raíz de Rafa-El. En árabe es llamado Israfil.
Celebramos su fiesta el 29 de septiembre junto, con San Miguel, y San Rafael el que cura o sana. Es el arcángel cercano a los hombrespara aliviarlos en su dolor y sufrimiento. Se le representa con un atuendo de caminante o peregrino, con bastón y cantimplora, y el pez del que obtuvo la hiel para curar al padre de Tobías. Es uno de los ángeles que se nombra en la escritura además de San Miguel y San Gabriel. (tobías 12:6, 15)

Miguel aparece en defensa de los intereses divinos ante la rebelión de los ángeles malos; Gabriel, enviado por el Señor a diferentes misiones, anunció a la Virgen Maria el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su maternidad divina; Rafael acompañó al joven Tobías cuando cumplia un difícil encargo y se ocupó de solucionar difíciles asuntos de su esposa.



ORACIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL

Gloriosísimo príncipe San Rafael antorcha dulcísima de los palacios eternos, caudillo de los ejércitos del todopoderoso, emisario de la divinidad, órgano de sus providencias ejecutor de sus ordenes secretario de sus arcanos, recurso universal de todos los hijos de Adán, amigo de tus devotos compañero de los caminantes maestro de la virtud protector de la castidad socorro de los afligidos medico de los enfermos auxilio de los perseguidos, azote de los demonios, tesoro riquísimo de los caudales de Dios. Tu eres ángel santo, uno de aquellos siete nobilísimos espíritus que rodean al trono del altísimo.
Confiados en el grande amor que has manifestado a los hombres te suplicamos humildes nos defiendas de las asechanzas y tentaciones del demonio en todos los pasos y estaciones de nuestra vida, que alejes de nosotros los peligros del alma y cuerpo poniendo freno a nuestras pasiones delincuentes y a los enemigos que nos tiranizan, que derribes en todas partes y principalmente en el mundo católico el cruel monstruo de las herejías y la incredulidad que intenta devorarnos.
Te pedimos también con todo el fervor de nuestro espíritu, hagas se dilate y extienda mas el santo evangelio, con la práctica de la moral.  Que asistas al romano pontífice y a los demás pastores  y concedas unidad en la verdad a las autoridades y magistrados cristianos. AMÉN

VER: católic.net

Por ultimo te suplicamos nos alcances del trono de Dios a Quién tan inmediato asistes, el inestimable don de la gracia, para que por medio de ella seamos un día vuestros perpetuos compañeros en la gloria. Amen




miércoles, 18 de diciembre de 2013

SAN ONOFRE


VIDA Y DEVOCIÓN A  SAN ONOFRE
                                                                  EN VENEZUELA
ESCRIBE: EGLY COLINA MARIN


El 12 de Junio es el día que reserva la Iglesia Católica para recordar la vida y la obra de San Onofre, uno de los santos más populares de Venezuela. Onofre fue un justo egipcio que vivió en el siglo IV cuarto, pasando los primeros años de su vida en oración solitaria, a imitación de Elías y de San Juan el Bautista, en el desierto de Tebas. 

San Onofre es un gigante de la penitencia usándola como arma para enfrentar y vencer los más grandes pecados del mundo. En Petare el recordado luchador social Oswaldo Díaz, fue un gran promotor de las festividades en honor a San Onofre.

San Onofre, como actualmente lo conocemos, nació en la actual Etiopía, en cuna de oro, pues era hijo de un principe, viviendo su niñez y parte de la adolescencia en un monasterio de Hermópolis, en la Tebaida Egipcíaca, donde  fue criado y, alejado de  la  realidad, para  que se formara  y educara, hasta que cierto día decidió salir de las paredes que lo mantenían abstraído y pudo observar la pobreza, la vida fuera de la opulencia y llena de necesidades de los ciudadanos.
Ya de adulto, y  ante esta realidad,  San Onofre, en árabe Abü Nufar,  decidió renunciar a los derechos principescos que había heredado y apartarse de la comunidad para vivir en soledad y alejado del mundo.
El sitio ideal fue una cueva o ermita entre acantilados, cerca de Göreme, en Capadocia, en la actual Turquía, donde vivió 60 años sumido en profundas meditaciones. Se alimentaba exclusivamente de dátiles y bebiendo agua. Se cuenta que un ángel le llevaba el pan diario, y los domingos la Eucaristía.
Allí mismo donde la civilización faraónica había florecido siglos antes,  los monjes pueblan el despoblado y viven en solitario su intensa experiencia interior y espiritual; pero, hoy en día, en nuestra sociedad los compromisos definitivos o las decisiones comprometedoras de por vida no están de moda. Sin embargo, Onofre, nos ofrece un testimonio admirable de profundidad interior capaz de abarcar todo su paso por la tierra.
Dedicó su vida a la oración y, después de orar, a dar buen consejo a quien se lo requería. ¿Nada más? Y… nada menos: dejar que el alma rebose amor de Dios para que otros puedan descubrirlo y amarlo; dejarse afectar desde el centro de la propia personalidad por la Gracia y contagiarla a otros como la gran curación, la gran salud, la gran salvación.
Es el Patrono del principado de Mónaco y de la ciudad de Munich. Es el protector y guía de los tejedores, trabajadores y de los que quieren conseguir la casa propia. En Venezuela, goza de una enorme devoción y feligrecía, que tiene como epicentro el templo Caraqueño de San Francisco, el mismo donde fue entregado por el ayuntamiento el título de  “Libertador” a Simón Bolivar en 1813. 
Oración:
Glorioso San Onofre, a quien he escogido por mi protector particular y en quien tendré absoluta confianza, concédeme que yo experimente los saludables efectos de tu poderosa intercesión con nuestro Dios. En tus manos deposito todas mis necesidades y en particular la que hoy pongo bajo tu protección. Alcánzame,pues,este favor y todas las demás gracias necesarias para librarme de pecado y conseguir la salvación de mi alma.Amén
@iconosvenezuela. Cristina Romero




SANTA BÁRBARA VIDA Y DEVOCIÓN


VIDA DE SANTA BÁRBARA
ESCRIBE EGLY COLINA MARÍN


Santa Bárbara, célebre tanto en la iglesia griega como latina, vino al mundo, hacia la mitad del tercer siglo. La opinión más verosímil es que era de Nicomedia en Bitinia: su padre se llamaba Dióscoro, uno de los más furiosos secuaces del paganismo que jamás se conocieron; tan obstinado y tan adicto a las extravagancias y supersticiones de los paganos, que su devoción y su culto a los falsos dioses iban hasta el delirio y la necedad.

Era, por otra parte, de un humor extravagante y de una naturaleza cruel, teniendo todas sus inclinaciones bárbaras: no tenía más que esta hija, en la que Dios había juntado todas las cualidades y prendas que hacían  admirar a las de su sexo; una belleza extraordinaria, un talento superior, un alma noble y tan amiga de la razón, que desde su infancia se admiraba en ella una prudencia sin igual.

Dióscoro, hombre bárbaro no dejaba de amar a su única hija apasionadamente; y este misántropo era idólatra tanto de su hija como de sus falsas divinidades. Pero, el temor de que hubiese otro, que la amase tanto como él, trató de hacerla invisible a los hombres, y así   construyó habitación en una alta torre, donde la encerró con algunas criadas de su primera juventud; y habiendo reconocido en ella un espíritu superior, quiso cultivarla, para lo cual le contrató unos maestros.
Creciendo Bárbara en edad, crecía igualmente en espíritu y en sabiduría: sus delicias eran contemplar el cielo, y aquella multitud innumerable de estrellas, astros y planetas que le hermosean. No era menor la atención, admiración y gusto con que observaba la revolución 
periódica de los cielos y de las estaciones.

Corría, el año 235 D.C.,cuando su padre regresó del viaje y ya había culminado la reestructuración de la torre y éste le preguntó a los obreros: "¿Por qué habéis hecho tres ventanas?, y ellos sorprendidos contestaron: "Porque su hija nos lo ordenó". Ante esto, Dióscoro mandó a llamar a Bárbara, para definitivamente conseguir una respuesta al dilema que se le había presentado con las tres ventanas. Cuando su hija se presentó le hizo la misma pregunta y la respuesta fue la siguiente: mandé a hacer tres ventanas  "Mandé a hacer una ventana más para que fueran tres, porque tres ventanas dan luz a todo el mundo y a todas las criaturas, en tanto que dos ensombrecen el Universo". 
Entonces su padre, se dirigió con ella a los baños y le preguntó, con el ánimo de que le aclarara la situación. ¿ por qué una tercera ventana? si con las dos que había llegaba suficiente luz al lugar, y Bárbara respondió:
"Esas tres ventanas representan claramente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los cuales son tres personas en un solo Dios, en el que debemos creer y al único que debemos adorar".Ante tal respuesta, la reacción de Dióscoro fue violenta, tanto así que saco su espada para matar a su hija allí mismo, pero ya la consagrada virgen oró y milagrosamente levitó por los aires gracias a la protección divina y llegó volando a una lejana roca inmersa en las montañas. 

Bárbara fue apresada y enjuiciada, en ese momento dándole una nueva oportunidad de que recapacitara ante su creencia de la existencia de un solo Dios, el juez le dijo: "Así pues, elige entre sacrificar a los dioses y salvar tu vida, o morir cruelmente torturada", y Santa Bárbara respondió:
Me ofrezco en sacrificio a mi Dios, Jesucristo, creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas"

Esa fue su sentencia, después de ser apaleada y torturada durante días, en la prisión, la santa tuvo la visión del señor Jesucristo. Pasaron los días y como Bárbara mantenía su posición ante el castigo, el juez decidió que fuese decapitada por la espada. En ese momento Dióscoro segado por la obsesión de limpiar su nombre arrebató a Bárbara de las manos del juez y la llevó a la cumbre de una montaña junto a otra mártir llamada Juliana. En el camino, Santa Bárbara se alegró, porque sentía que se aproximaba el premio a su devoción por Dios y mientras su padre la arrastraba hacia la montaña hizo la siguiente oración:


"Señor Jesucristo, Creador del Cielo y de la Tierra, te ruego que me concedas tu gracia y escuches mi oración por todos aquellos que recuerdan tu nombre y mi martirio. Te suplico que olvides sus pecados, pues tú conoces nuestra fragilidad", en ese momento escuchó que desde el cielo provenía una voz que le decía:"Ven Bárbara, esposa mía, ven a descansar en la morada de mi padre, que está en los cielos, yo te concedo lo que acabas de pedirme".

Después de esto fue decapitada por la mano de Dióscoro, su propio padre, junto a Juliana, recibiendo las dos en ese momento la corona del martirio. Luego de haber finalizado el horrendo crimen, Dióscoro comenzó a bajar de la montaña, y en el camino fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial. Santa Bárbara fue sepultada junto a Santa Juliana por un noble : Valentino, en un  pueblo donde posteriormente ocurrieron muchos milagros". (ver:santopedia)










MILAGROS:

El año de 1448 sucedió en la ciudad de Gorcun, en Holanda, que, un hombre llamado Enrique, muy devoto de Santa Bárbara, por la, confianza que tenía de que le alcanzaría la gracia, de no, morir sin sacramentos; se encontró rodeado de un fuego, sin esperanza de salvar la vida. 

En este conflicto recurrió a su Santa protectora, la que, se le apareció; y aunque no le había quedado ya sino un soplo de vida, por haber sido tan maltratado del fuego que no tenía figura de hombre, le dijo que Dios le alargaba la vida hasta el día siguiente, para darle tiempo de recibir los últimos sacramentos de la Iglesia; y, habiéndose apagado el fuego al mismo instante, se confesó, recibió el Viático y la Extremaunción; el mismo sacerdote que le confesó, llamado Teodorico Pauli, dejó a la posteridad la historia de este gran milagro. 

En la historia de San Estanislao Kostka, de la Compañia de Jesús, se halla otra prueba insigne de esta singular protección, de resultas de una confianza semejante a la expresada.
Habiendo sido llevado a Constantinopla el cuerpo de esta Santa, fue depositado, al fin del noveno siglo, en una iglesia erigida a honra suya por el emperador León. Y,fue en el año 991 que siendo emperador Basilio, dieron estas Santas Reliquias a los venecianos, cuya mayor parte se guarda todavía hoy, en la iglesia de los PP. de la Compañía la de Jesús de Venecia.
    

          SANTA BARBARA BENDÍCENOS Y PROTÉGENOS







martes, 17 de diciembre de 2013

SAN BENITO DE PALERMO


VIDA Y DEVOCIÓN A SAN BENITO DE PALERMO
ESCRIBE: EGLY COLINA MARÍN



    San Benito el Moro, llamado así por su color negro, y de ascendencia africana, nació en 1526 en San Fratello, antes llamado San Filadelfo, provincia de Mesina (Sicilia), de padres  cristianos, llamados Cristóbal Manasseri y Diana Lercari, descendientes de esclavos negros. 

  Benito cuidaba el rebaño del patrón siendo un adolescente y desde entonces, por sus virtudes, fue llamado el «santo moro». A los veintiún años entró en una comunidad de ermitaños, fundada en su región natal por Jerónimo Lanza, que vivía bajo la Regla de San Francisco. Cuando los ermitaños se trasladaron al Monte Pellegrino para vivir en mayor soledad, Benito los siguió, y a la muerte de Lanza, fue elegido superior por sus compañeros.

  En 1562 Pío IV retiró la aprobación que el papa Julio II les hubo dado,  e invitó a los religiosos a entrar en una Orden que ellos mismos escogieran. Benito escogió la Orden de los Hermanos Menores, y entró en el convento de Santa María de Jesús, en Palermo, fundado por el Beato Mateo de Agrigento. Fue designado posteriormente al convento de Santa Ana Giuliana, por  tres años.

  Nuevamente es designado a Palermo, donde vivió veinticuatro años. Al principio ejerció el oficio de cocinero con gran espíritu de sacrificio y de caridad sobrenatural. Se le atribuyeron muchos milagros.No tenia estudios pero el Señor le dio prudencia, sabiduría para aconsejar lo que atraía a multitudes. Hermano lego y desempeñó como guardián del convento, maestro de novicios y muy especialmente cocinero, cargo que desempeñó con gran amor.  

  Dios quiso honrarle con sus dones pródigamente. Tenía tal luz para conocer la ciencia de las cosas divinas, que resolvía las dificultades y explicaba los lugares más oscuros de las Sagradas Escrituras, a los hombres más doctos que iban a consultarle. Las curaciones milagrosas, la multiplicación de los alimentos, el discernimiento de los espíritus y penetración de los corazones, vinieron a ser en él familiares y comunes.  Su fervorosa oración le llevó a una perfección altísima y a una comunicación con Dios.

  Llegó al año sesenta y tres de su edad habiendo permanecido en la religión seráfica veintidós, y conociendo la cercanía de su partida a la vida eterna, se preparó, pues, fervorosamente y en el día y hora por él predichos,  entregó su bendito espíritu a Dios; el 04 de abril de 1589.  

  Su cuerpo, que aún se conserva incorrupto en el convento de Santa María de Jesús junto a Palermo, que al morir, empezó  en el acto, a ser objeto de la pública veneración de los palermitanos. Los innumerables milagros obrados por su intercesión obligaron a la Santidad de Benedicto XIV a beatificarlo; y después de nuevos prodigios, Pío VII le colocó en el catálogo de los Santos.

 En la República Bolivariana de Venezuela se le venera y celebra el 27 de Diciembre de cada año, con las gaitas de tambora, ejecutadas esencialmente por mujeres de los pueblos en la madrugada del 27 de diciembre, día de San Benito. 

  Sus ritmos, venidos de los ancestros africanos, evolucionaron, y siguieron mezclándose e influyendo decisivamente - a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX en los antiguos parrandones zulianos, que han derivado en la gaita zuliana moderna.

 El culto a San Benito de Palermo se realiza en muchas regiones de Venezuela, pero es quizás en el Estado Zulia donde se lleva a cabo con mayor fervor, especialmente en el sur del Lago de Maracaibo, donde alcanza su máximo esplendor por la multitudinaria participación del pueblo y la esmerada elaboración del ritual. Las  fiestas en honor a San Benito patrono tienen su momento culminante los días 27 y 28 de diciembre, y finalizan el 6 de enero.

SAN BENITO BENDÍCENOS