miércoles, 18 de diciembre de 2013

SANTA BÁRBARA VIDA Y DEVOCIÓN


VIDA DE SANTA BÁRBARA
ESCRIBE EGLY COLINA MARÍN


Santa Bárbara, célebre tanto en la iglesia griega como latina, vino al mundo, hacia la mitad del tercer siglo. La opinión más verosímil es que era de Nicomedia en Bitinia: su padre se llamaba Dióscoro, uno de los más furiosos secuaces del paganismo que jamás se conocieron; tan obstinado y tan adicto a las extravagancias y supersticiones de los paganos, que su devoción y su culto a los falsos dioses iban hasta el delirio y la necedad.

Era, por otra parte, de un humor extravagante y de una naturaleza cruel, teniendo todas sus inclinaciones bárbaras: no tenía más que esta hija, en la que Dios había juntado todas las cualidades y prendas que hacían  admirar a las de su sexo; una belleza extraordinaria, un talento superior, un alma noble y tan amiga de la razón, que desde su infancia se admiraba en ella una prudencia sin igual.

Dióscoro, hombre bárbaro no dejaba de amar a su única hija apasionadamente; y este misántropo era idólatra tanto de su hija como de sus falsas divinidades. Pero, el temor de que hubiese otro, que la amase tanto como él, trató de hacerla invisible a los hombres, y así   construyó habitación en una alta torre, donde la encerró con algunas criadas de su primera juventud; y habiendo reconocido en ella un espíritu superior, quiso cultivarla, para lo cual le contrató unos maestros.
Creciendo Bárbara en edad, crecía igualmente en espíritu y en sabiduría: sus delicias eran contemplar el cielo, y aquella multitud innumerable de estrellas, astros y planetas que le hermosean. No era menor la atención, admiración y gusto con que observaba la revolución 
periódica de los cielos y de las estaciones.

Corría, el año 235 D.C.,cuando su padre regresó del viaje y ya había culminado la reestructuración de la torre y éste le preguntó a los obreros: "¿Por qué habéis hecho tres ventanas?, y ellos sorprendidos contestaron: "Porque su hija nos lo ordenó". Ante esto, Dióscoro mandó a llamar a Bárbara, para definitivamente conseguir una respuesta al dilema que se le había presentado con las tres ventanas. Cuando su hija se presentó le hizo la misma pregunta y la respuesta fue la siguiente: mandé a hacer tres ventanas  "Mandé a hacer una ventana más para que fueran tres, porque tres ventanas dan luz a todo el mundo y a todas las criaturas, en tanto que dos ensombrecen el Universo". 
Entonces su padre, se dirigió con ella a los baños y le preguntó, con el ánimo de que le aclarara la situación. ¿ por qué una tercera ventana? si con las dos que había llegaba suficiente luz al lugar, y Bárbara respondió:
"Esas tres ventanas representan claramente al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, los cuales son tres personas en un solo Dios, en el que debemos creer y al único que debemos adorar".Ante tal respuesta, la reacción de Dióscoro fue violenta, tanto así que saco su espada para matar a su hija allí mismo, pero ya la consagrada virgen oró y milagrosamente levitó por los aires gracias a la protección divina y llegó volando a una lejana roca inmersa en las montañas. 

Bárbara fue apresada y enjuiciada, en ese momento dándole una nueva oportunidad de que recapacitara ante su creencia de la existencia de un solo Dios, el juez le dijo: "Así pues, elige entre sacrificar a los dioses y salvar tu vida, o morir cruelmente torturada", y Santa Bárbara respondió:
Me ofrezco en sacrificio a mi Dios, Jesucristo, creador del cielo, de la tierra y de todas las cosas"

Esa fue su sentencia, después de ser apaleada y torturada durante días, en la prisión, la santa tuvo la visión del señor Jesucristo. Pasaron los días y como Bárbara mantenía su posición ante el castigo, el juez decidió que fuese decapitada por la espada. En ese momento Dióscoro segado por la obsesión de limpiar su nombre arrebató a Bárbara de las manos del juez y la llevó a la cumbre de una montaña junto a otra mártir llamada Juliana. En el camino, Santa Bárbara se alegró, porque sentía que se aproximaba el premio a su devoción por Dios y mientras su padre la arrastraba hacia la montaña hizo la siguiente oración:


"Señor Jesucristo, Creador del Cielo y de la Tierra, te ruego que me concedas tu gracia y escuches mi oración por todos aquellos que recuerdan tu nombre y mi martirio. Te suplico que olvides sus pecados, pues tú conoces nuestra fragilidad", en ese momento escuchó que desde el cielo provenía una voz que le decía:"Ven Bárbara, esposa mía, ven a descansar en la morada de mi padre, que está en los cielos, yo te concedo lo que acabas de pedirme".

Después de esto fue decapitada por la mano de Dióscoro, su propio padre, junto a Juliana, recibiendo las dos en ese momento la corona del martirio. Luego de haber finalizado el horrendo crimen, Dióscoro comenzó a bajar de la montaña, y en el camino fue fulminado por un rayo que descendió de los cielos, cual fuego celestial. Santa Bárbara fue sepultada junto a Santa Juliana por un noble : Valentino, en un  pueblo donde posteriormente ocurrieron muchos milagros". (ver:santopedia)










MILAGROS:

El año de 1448 sucedió en la ciudad de Gorcun, en Holanda, que, un hombre llamado Enrique, muy devoto de Santa Bárbara, por la, confianza que tenía de que le alcanzaría la gracia, de no, morir sin sacramentos; se encontró rodeado de un fuego, sin esperanza de salvar la vida. 

En este conflicto recurrió a su Santa protectora, la que, se le apareció; y aunque no le había quedado ya sino un soplo de vida, por haber sido tan maltratado del fuego que no tenía figura de hombre, le dijo que Dios le alargaba la vida hasta el día siguiente, para darle tiempo de recibir los últimos sacramentos de la Iglesia; y, habiéndose apagado el fuego al mismo instante, se confesó, recibió el Viático y la Extremaunción; el mismo sacerdote que le confesó, llamado Teodorico Pauli, dejó a la posteridad la historia de este gran milagro. 

En la historia de San Estanislao Kostka, de la Compañia de Jesús, se halla otra prueba insigne de esta singular protección, de resultas de una confianza semejante a la expresada.
Habiendo sido llevado a Constantinopla el cuerpo de esta Santa, fue depositado, al fin del noveno siglo, en una iglesia erigida a honra suya por el emperador León. Y,fue en el año 991 que siendo emperador Basilio, dieron estas Santas Reliquias a los venecianos, cuya mayor parte se guarda todavía hoy, en la iglesia de los PP. de la Compañía la de Jesús de Venecia.
    

          SANTA BARBARA BENDÍCENOS Y PROTÉGENOS







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