miércoles, 18 de diciembre de 2013

SAN ONOFRE


VIDA Y DEVOCIÓN A  SAN ONOFRE
                                                                  EN VENEZUELA
ESCRIBE: EGLY COLINA MARIN


El 12 de Junio es el día que reserva la Iglesia Católica para recordar la vida y la obra de San Onofre, uno de los santos más populares de Venezuela. Onofre fue un justo egipcio que vivió en el siglo IV cuarto, pasando los primeros años de su vida en oración solitaria, a imitación de Elías y de San Juan el Bautista, en el desierto de Tebas. 

San Onofre es un gigante de la penitencia usándola como arma para enfrentar y vencer los más grandes pecados del mundo. En Petare el recordado luchador social Oswaldo Díaz, fue un gran promotor de las festividades en honor a San Onofre.

San Onofre, como actualmente lo conocemos, nació en la actual Etiopía, en cuna de oro, pues era hijo de un principe, viviendo su niñez y parte de la adolescencia en un monasterio de Hermópolis, en la Tebaida Egipcíaca, donde  fue criado y, alejado de  la  realidad, para  que se formara  y educara, hasta que cierto día decidió salir de las paredes que lo mantenían abstraído y pudo observar la pobreza, la vida fuera de la opulencia y llena de necesidades de los ciudadanos.
Ya de adulto, y  ante esta realidad,  San Onofre, en árabe Abü Nufar,  decidió renunciar a los derechos principescos que había heredado y apartarse de la comunidad para vivir en soledad y alejado del mundo.
El sitio ideal fue una cueva o ermita entre acantilados, cerca de Göreme, en Capadocia, en la actual Turquía, donde vivió 60 años sumido en profundas meditaciones. Se alimentaba exclusivamente de dátiles y bebiendo agua. Se cuenta que un ángel le llevaba el pan diario, y los domingos la Eucaristía.
Allí mismo donde la civilización faraónica había florecido siglos antes,  los monjes pueblan el despoblado y viven en solitario su intensa experiencia interior y espiritual; pero, hoy en día, en nuestra sociedad los compromisos definitivos o las decisiones comprometedoras de por vida no están de moda. Sin embargo, Onofre, nos ofrece un testimonio admirable de profundidad interior capaz de abarcar todo su paso por la tierra.
Dedicó su vida a la oración y, después de orar, a dar buen consejo a quien se lo requería. ¿Nada más? Y… nada menos: dejar que el alma rebose amor de Dios para que otros puedan descubrirlo y amarlo; dejarse afectar desde el centro de la propia personalidad por la Gracia y contagiarla a otros como la gran curación, la gran salud, la gran salvación.
Es el Patrono del principado de Mónaco y de la ciudad de Munich. Es el protector y guía de los tejedores, trabajadores y de los que quieren conseguir la casa propia. En Venezuela, goza de una enorme devoción y feligrecía, que tiene como epicentro el templo Caraqueño de San Francisco, el mismo donde fue entregado por el ayuntamiento el título de  “Libertador” a Simón Bolivar en 1813. 
Oración:
Glorioso San Onofre, a quien he escogido por mi protector particular y en quien tendré absoluta confianza, concédeme que yo experimente los saludables efectos de tu poderosa intercesión con nuestro Dios. En tus manos deposito todas mis necesidades y en particular la que hoy pongo bajo tu protección. Alcánzame,pues,este favor y todas las demás gracias necesarias para librarme de pecado y conseguir la salvación de mi alma.Amén
@iconosvenezuela. Cristina Romero




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